Una decepcionante contrarreforma laboral
Una decepcionante contrarreforma laboral por Gonzalo Bernardos En la negociación de una reforma laboral siempre existen tres partes: las patronales, los sindicatos y el Gobierno. Las primeras defienden los intereses de los empresarios, los segundos los de los trabajadores y el tercero teóricamente los de los ciudadanos. A simple vista, parece un partido de fútbol con dos equipos y un arbitro ecuánime, pero ni mucho menos es así. Desde la primera reforma de 1984, el Ejecutivo ha favorecido a las patronales, con independencia de si su color era rojo o azul. A su favor les ha pitado penaltis inexistentes y permitido goles con la mano. Incluso, en algunas ocasiones, como en la [...]